Noviembre de 2007:
Cansada del paso abrumador de los años sobre sus calles, Toledo es considerada por los Vástagos el centro neurálgico de todos los asuntos vampíricos que conciernen a Iberia, pese a que sus días de gloria como capital de las Españas hayan pasado hace siglos.
Como toda la mitad superior de la Península, la ciudad ha sido feudo de la Camarilla desde la creación de la secta, y sin embargo es uno de los objetivos más codiciados por el Sabbat en Europa, ya que supone el baluarte definitivo desde el que emprender el asalto a Madrid y, por extensión, al resto del país. A pesar de todo, el último intento de ocupación del que se tiene noticia tuvo lugar a lo largo de la década de los 30, y finalizó con la liberación de Toledo por las tropas del Ejército Nacional en 1936, que no fue sino una tapadera hábilmente dirigida por el ahora Príncipe, Eduardo Álvarez de Toledo, para acabar con la maniobra. Los pocos simpatizantes del Sabbat que sobrevivieron consiguieron a duras penas huir a Andalucía, que desde los tiempos de la Convención de Thorns ha pertenecido a dicha secta.
Se trata de una ciudad más bien pequeña, a pesar de ser considerada, como ya se ha dicho, la capital de toda la Península para los vampiros. Esto hace que exista una ligera superpoblación cainita (existen 30 Vástagos censados con Toledo como residencia habitual, sin tener en cuenta los viajeros que van de paso), problema que trata de paliarse mediante la estricta regulación de la alimentación de los residentes.
La Primogenitura[]
En Toledo, la Primogenitura es toda una institución, y el honor de ocupar uno de sus asientos es, si cabe, mayor que en otras ciudades. Casi todos los Primogénitos de Toledo tienen intereses o posesiones relevantes en el resto del país, o incluso en el extranjero, y su designación es un reconocimiento tanto a nivel local como nacional, ya que algunas de las decisiones más importantes que afectan a todos los vampiros de la Camarilla española se toman en esta asamblea. Es por esto que un miembro de la Primogenitura, además de ser designado por el Príncipe de Toledo, debe recibir el visto bueno de los Príncipes de toda Iberia que pertenezcan al clan del aspirante, otorgándole derecho a representar a su clan.
En la actualidad, los miembros de la Primogenitura de Toledo son
- Don Eduardo Álvarez de Toledo y Zúñiga, Príncipe de la ciudad, Señor de Iberia, representante del clan Ventrue.
- Don Beltrán de Ayala y García, Alguacil de la ciudad, representante del clan Brujah.
- Don Lajos Kodolànji, Regente de la Capilla de los Reyes, representante del clan Tremere.
- Don Francisco de Lara, Potentado de la Cárcel de Ocaña, Prelado de la ciudad, de los verdaderos Lasombra.
- Don Antoin Doumont, Guardián del Elíseo, representante del clan Toreador.
- Doña Aurora de Casal, representante del clan Malkavian.
- Don Carlos, representante del clan Nosferatu